De mi última visita al taller de Raúl Martín Sevillano me traje estos restos de madera. Por el color parecen de cerezo, pero no lo son. Pertenecen al árbol aliso (Alnus glutinosa), de la familia de las betuláceas.

El aliso crece muy rápido en su primer año formando una copa redondeada y frondosa que pierde sus hojas en invierno. Lo podemos encontrar en la mitad norte y occidental de la Península Ibérica, habitando en ambientes muy húmedos.

La madera de aliso es blanda y resistente al agua. Será porque viene de un árbol que acompaña a los ríos en su serpenteo. Su color es claro, pero al ser talada la madera pasa a tener un tono más rojizo, como si sangrara. Quizá sea este el motivo por el que en muchas tradiciones antiguas se relacionara este árbol con la magia negra, la brujería y la resurrección.

Afianza la tierra con sus raíces, además de nutrirla. Y es que en sus raíces superficiales tiene unos nódulos en los que vive una bacteria (Frankia alni) que fija el nitrógeno atmosférico. Bacteria y árbol se asocian: ella le aporta nitrógeno y él la alimenta con azúcares de su fotosíntesis. Sus raíces más profundas le sirven de anclaje para soportar las fuertes corrientes de agua.

Este árbol me gusta porque es generoso con su entorno: enriquece el terreno con un elemento esencial para la vida, sirve de hogar para muchas especies de pájaros y da sombra a los peces.

Es tan amigo del agua que su madera se ha venido utilizando en los pilares de viviendas construidas sobre aguas tranquilas (palafitos). Me viene a la cabeza las antiguas casas venecianas. Muchos de sus pilares son del árbol aliso, probablemente de la especie endémica del sur de Italia y Córcega: el Alnus cordata o aliso napolitano. Aunque los cordata también se pueden ver en España: se han naturalizado en Gerona, Bilbao, Pontevedra y en el valle del Aragón, entre Canfranc y Puente la Reina.

Aliso, purificador de agua y guardián de los bosques de ribera, ojalá veas el vuelo de la libélula cada amanecer.

Si quieres ver un ejemplo de pieza Samu-Do compuesta de madera de aliso, descubre el colgante Frankia.